Las FARC han abierto un camino para proceso con ELN

Las FARC han abierto un camino para proceso con ELN

Desde los años ochenta, los diferentes presidentes de Colombia han intentado, sin excepción, pactar acuerdos de paz para buscar una salida negociada al conflicto armado. Con las FARC ya se logró un acuerdo de paz, y con el ELN se ha avanzado en varios acercamientos; apenas hoy el país está expectante de lo que suceda en la mesa de diálogos de Quito, para ponerle fin a la confrontación con dicha guerrilla y terminar con medio siglo de guerra.

El del presidente Juan Manuel Santos sería el séptimo gobierno que intenta sacar adelante un proceso de paz con la segunda guerrilla más grande del país. Sin embargo, el escepticismo de los colombianos frente a la posibilidad de una solución negociada con el ELN es muy grande. El Barómetro de las Américas-LAPOP 2016, realizado por el Observatorio de la Democracia, ha identificado que más de la mitad de los encuestados ve poco o nada posible que se llegue a un acuerdo a través de una negociación con la última guerrilla que sobrevive en el país.

No obstante, el panorama no es tan desalentador. En el 2016, con el anuncio de la fase pública de las conversaciones con este grupo guerrillero, los colombianos vieron más posible que se llegue a una solución negociada, pues dicho optimismo pasó de 20.7% a 29.4% en dos años (Gráfica 1).

Igualmente, el ELN empieza las negociaciones de paz con más ventaja que las FARC. En 2013, cuando empezaron las negociaciones con las FARC, solamente el 1.8% de los colombianos confiaba en esta organización. En cambio en 2016, el 4.6% de los colombianos confía en ELN, lo que supone un escenario un poco más positivo para el comienzo de un proceso de paz.

Sin embargo, este escenario dista de ser bueno todavía, puesto que el hecho de que menos de 5 de cada 100 colombianos confíen en el ELN sigue siendo un porcentaje muy bajo. Esta ventaja inicial del ELN se traduce en que en 2016 el 29.4% de los colombianos cree que es posible llegar a un acuerdo a través de la negociación con el ELN, mientras que en 2013 el 22.4% creía posible que esto se iba a lograr con las FARC (Gráfica 3). 

El optimismo no es la nota imperante en la sociedad colombiana. Después del inicio de los diálogos de paz de La Habana, la sociedad colombiana se ha dividido en torno a la posibilidad de reconciliación de los diferentes actores armados del conflicto con las víctimas y la sociedad civil. El hecho de que las conversaciones de La Habana se materializaron en un acuerdo, no cambia la tendencia general de confianza sobre la posibilidad de reconciliación y reintegración de las dos principales guerrillas de izquierda en Colombia.

Aunque el ELN empieza un proceso de paz con mayor confianza, que las FARC, por parte de la ciudadanía, el porcentaje de personas que ve posible el perdón y reconciliación con los excombatientes desmovilizados de esta guerrilla es aún menor al 50% (Gráfica 4), pero este porcentaje ha venido creciendo desde el 2013 (Gráfica 5).

Aun cuando el porcentaje de personas que ve posible el perdón y reconciliación con los excombatientes desmovilizados del ELN ha crecido en los últimos años, menos del 50% de los encuestados en 2016 ve posible la reintegración a la sociedad de los desmovilizados de esta guerrilla. Sin embargo, las actitudes hacia los posibles desmo­vilizados del ELN experimentaron cambios positivos, lo que parece sugerir que los colombianos se “están haciendo a la idea” de un escenario de posconflicto que también incluye a los “elenos”.

La sociedad colombiana es aún muy tímida en optimismo. La confianza en actores armados ilegales es muy baja, y el porcentaje que cree que es posible una solución negociada es menor al 30%. Pero no todo va mal. El ELN llegó a la mesa de conversaciones con un poco más de ventaja en confianza que la que gozaban las FARC al sentarse a negociar. Justamente estas actitudes más favorables con las que comienzan las negociaciones con el ELN son resultado del éxito alcanzado por el proceso con las FARC. Sin embargo el optimismo no está garantizado. Los datos del Barómetro de las Américas 2016 se recolectaron previo a la ejecución de actos de guerra por parte del ELN como secuestros, atentados terroristas como en el sector de La Macarena en Bogotá, y otros hostigamientos armados en departamentos como Arauca, Cesar y Norte de Santander. La pequeña ventaja que tiene el ELN puede retroceder, producto de sus acciones, y amenazar el ambiente que muestra cómo los colombianos, hoy, están más dispuestos a perdonar y reconciliarse con los excombatientes desmovilizados y a reintegrarlos a la vida civil. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *