Ver Redacción VIVIR-El Espectadorde acuerdo con Semana Sostenible, Colombia es el país con mayor número de conflictos ambientales en América Latina. Estos se refieren a enfrentamientos al menos entre dos partes por el acceso a los recursos naturales y su uso. La mayoría de conflictos ambientales surgen por la realización de proyectos o utilización de recursos que pueden contaminar el ambiente, y de esta manera provocan un impacto en los ecosistemas y las comunidades que habitan los territorios donde sucede dicho conflicto.

En los últimos dos años se pueden encontrar dos ejemplos claros sobre estos conflictos, los cuales reflejan el dilema entre la protección ambiental y el crecimiento económico. El primero, la decisión de siete municipios, ya sea por votación popular o por decisión de sus consejos, de decirle no a la minería. El segundo, la propuesta del alcalde de Bogotá de construir viviendas en la reserva ambiental Van der Hammen en Bogotá.

Ante este panorama, el Observatorio de la Democracia quiso analizar las actitudes y opiniones de los colombianos frente al medio ambiente y al cambio climático. Para esto, a lo largo de este texto se exploran tres preguntas del Barómetro de las Américas-LAPOP, hechas en 2016, respecto a: medio ambiente versus crecimiento económico, el cambio climático como un problema para el país y la probabilidad de muerte o de que un familiar inmediato sea lastimado por un desastre natural.

Cuando se les pregunta a los colombianos si considera que se debe priorizar entre medio ambiente o el crecimiento económico o las dos por igual, casi la mitad de los encuestados (49%) opinan que el medio ambiente es más importante; frente a un 33.2% de los colombianos que considera más importante el crecimiento económico (Gráfica 1). Estas cifras pueden confirmar por qué algunos municipios de Colombia han decidido privilegiar el cuidado y la conservación del medio ambiente sobre los beneficios económicos de la extracción minera.  

En este orden de ideas, el Observatorio de la Democracia, a partir de una modelo estadístico (Tabla 1), encontró que los colombianos que priorizan el cuidado del medio ambiente sobre el crecimiento económico tienen el siguiente perfil {1}: son personas entre 18 y 59 años (jóvenes y adultos), que poseen un nivel educativo secundario o superior, que consumen en promedio más internet que el resto de la población y tienen más conocimiento político. Por el contrario, a partir del modelo realizado se encontró que quienes viven en zonas urbanas o en la región Caribe, tienden a apoyar menos la protección del medio ambiente, en comparación con quienes viven en otras regiones del país.

De acuerdo a los anteriores resultados, se pueden plantear unas hipótesis respecto dos resultados que parecen más relevantes. Por un lado, a mayor edad los colombianos privilegian menos la protección del medio ambiente sobre el crecimiento económico. Esto podría deberse a procesos diferentes de socialización: parecería que las personas de mayor edad no fueron socializadas de la misma forma que los jóvenes respecto a la protección del medio ambiente.

Por otro lado, la educación parece ser una de las herramientas más importantes para cambiar las actitudes y opiniones de los colombianos sobre el medio ambiente. Una posible explicación para esta relación es que las personas más educadas comprenden mejor la importancia de que Colombia sea un país megadiverso y extremadamente rico en recursos naturales, y sean más conscientes sobre la protección de los recursos del territorio colombiano.

En este punto, resulta interesante observar el porcentaje que cree debe prevalecer la protección al medio ambiente sobre el crecimiento económico en el continente americano. El Mapa 1 muestra que la mayoría de la población en Brasil y Colombia, ambos países megadiversos, cree que es más importante el cuidado del medio ambiente sobre el crecimiento económico. Sin embargo, menos del 34 % de ciudadanos de otros países megadiversos como México, Estados Unidos y Venezuela tienen esta misma opinión. En Ecuador y Perú menos del 44 % y 54 % de la población respectivamente creen que es más importante el cuidado del medio ambiente sobre el crecimiento económico, siendo también naciones con un alto índice de biodiversidad. 

Ahora bien, la preocupación por la protección del medio ambiente de los colombianos probablemente no solo se debe a la biodiversidad y riqueza natural del país, sino también a la sensibilidad del país frente a los efectos del cambio climático. Entre ellos, variaciones atípicas en el ciclo del agua y aumento de la temperatura global, lo que a su vez termina por reducir la producción esperada de los cultivos, amenazando la seguridad alimentaria (Ver FAO). Por esta razón, el Barómetro de las Américas-LAPOP indagó sobre la seriedad del cambio climático para Colombia si no se hace nada para reducirlo.

Aproximadamente 9 de cada 10 ciudadanos creen que si no se hace nada para reducir el cambio climático en el futuro este será un problema serio para el país. Una posible explicación para que tal cantidad de colombianos piensen en la seriedad del cambio climático son los efectos tangibles de las consecuencias del incremento en la temperatura promedio. Entre ellos eventos más extremos como lluvias, ventarrones y veranos más intensos así como sequias (Ver Semana-Medio Ambiente). Lo anterior, también se ha visto reflejado en que, de acuerdo a los datos del Observatorio, 3 de cada 4 personas consideran que es algo probable o muy probable que alguno de sus familiares inmediatos salga seriamente lastimado o muera en un desastre natural en los próximos 25 años.

Sin embargo, pese a que los colombianos manifiestan darle más importancia al medio ambiente sobre el crecimiento económico, encuentran serio el problema del cambio climático en el país si no se toman medidas y encuentran algo o muy probable que un familiar pueda morir o salga lastimado debido a un desastre natural, los asuntos ambientales siguen sin ser una prioridad para los ciudadanos. Apenas un 0,5% de la población colombiana considera que el medio ambiente y la falta de agua son los problemas más serios que enfrenta el país.

Lo anterior llama la atención sobre la necesidad de darle mayor visibilidad a la agenda medio ambiental, no solo para cuidar la biodiversidad y la conservación de ecosistemas, sino como herramienta clave para el diseño de medidas de mitigación y adaptación del cambio climático. Además, los costos del cambio climático son muy altos para el Estado: “en caso de no implementar medidas para lograr una adaptación al cambio climático, el país perdería en promedio 0,5 por ciento de su PIB en el período 2011-2100, esto equivale a 3,8 billones de pesos por año” (Ver Vida/Ambiente-El Tiempo). Por lo tanto, es posible que la protección del medio ambiente y la seriedad con que se tome el cambio climático permitan generar grandes ahorros para el Estado colombiano a largo plazo.  Lo cual puede llevar a que Colombia crezca económicamente y de manera ambientalmente sostenible durante muchos años. 

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{1} Este perfil se obtuvo a través de un modelo de regresión logística (Ver Tabla 1), donde la variable independiente fue “priorizar la protección del medio ambiente”. Esta variable se construyó a partir de la respuesta a la pregunta: “Alguna gente cree que hay que priorizar la protección del medio ambiente sobre el crecimiento económico, mientras otros creen que el crecimiento económico debería priorizarse sobre la protección ambiental. En una escala de 1 a 7 en la que 1 significa que el medio ambiente debe ser la principal prioridad, y 7 significa que el crecimiento económico debe ser la principal prioridad, ¿dónde se ubicaría usted?”. La respuesta a esta pregunta (originalmente en una escala de 1 a 7) fue recodificada donde 1 2 3 es “Medio ambiente prioridad”, 4 es “Los dos son prioridad” y 5 6 7 “Crecimiento económico es prioridad”. Luego se recodificó cada respuesta en una escala de 0 a 100 con el fin de obtener el porcentaje de encuestados que priorizan la protección del medio ambiente.