¿Qué le espera al gobierno luego de la firma de los acuerdos de fin de conflicto?
La firma del acuerdo sobre cese al fuego bilateral y definitivo entre el gobierno y las Farc, considerado el logro más importante que pretende poner fin al conflicto armado de más de 50 años en Colombia, marca un punto de no retorno para dicho proceso de paz y la aparición de serios retos para el Estado en posconflicto, cuya superación es indispensable para conseguir una paz estable y duradera.
En el 2014, el estudio Barómetro de las Américas-LAPOP, reveló que los colombianos creen que entre los principales problemas que enfrenta el país no sólo está el conflicto armado, sino también la economía, la seguridad ciudadana y el flagelo de la corrupción, entre otros.
Aunque, para el 2014, en comparación con el año 2012 y 2013, aumentó el porcentaje de colombianos que creían que el conflicto armado es el problema más grave del país, en este mismo año aproximadamente el mismo porcentaje de colombianos veían la economía, (pobreza y desigualdad), como el principal problema del país.
Para el año 2014, cerca del 55% de los colombianos encuestados se mostraron en desacuerdo con la manera en que el gobierno manejaba la economía. Porcentaje considerablemente mayor al de los años anteriores que deja ver que, aunque se firme el proceso de paz, el gobierno deberá adelantar esfuerzos importantes para demostrar que la firma de estos acuerdos supondrá la apertura de nuevos empleos en el país y la mejora de las condiciones económicas.
La seguridad ha sido igualmente uno de los principales problemas para los habitantes de Colombia, el tercer país de Suramérica con mayor porcentaje de la población que cree que es el problema más grave a enfrentar.
Tras la firma del acuerdo final, un desafío inmediato del proceso de paz será evitar que estructuras como las bandas criminales y el ELN se muevan a los territorios del narcotráfico y minería ilegal que dejarán las Farc. Igualmente, generar condiciones para que los desmovilizados restablezcan su vida con garantías de trabajo, para evitar el rearme y la generación de estructuras criminales, situaciones que empeorarían la percepción de seguridad en el país.
Los datos analizados por el Observatorio de la Democracia muestran que en general no hay mayores diferencias en la percepción de inseguridad a lo largo del territorio nacional. Para el 2014, la encuesta mostró que no hay diferencias significativas entre regiones en la percepción de inseguridad, entre el 40% y el 50% de la población encuestada.
Gráfica: Porcentaje de personas que se sienten inseguras según regiones de Colombia en el 2014
Para el 2015, el Barómetro de las Américas-LAPOP realizó en Colombia una encuesta en 59 municipios de las denominadas zonas de consolidación territorial, caracterizadas por su gran valor ambiental y estratégico, que se ubican además en territorios particularmente afectados por el conflicto armado, la producción y tráfico de drogas, y una débil presencia institucional. El nivel de percepción de inseguridad en estas zonas no es significativamente distinto del observado en la muestra nacional de 2014.
Gráfica: Percepción de Inseguridad. Comparativo Muestra Nacional 2014 y Muestra Especial 2015
Finalmente, a pesar de que la corrupción apenas ocupa el cuarto puesto entre los principales problemas que los colombianos identificaron para 2014, la percepción de corrupción en los funcionarios públicos es la mayor entre todos los países de las Américas: cerca del 60% de colombianos que creen que la corrupción es muy generalizada en los funcionarios públicos.
De firmarse el acuerdo final, el gobierno no sólo enfrentará grandes retos en materia de aplicabilidad de lo acordado en las negociaciones de la Habana. Si quiere avanzar realmente en construir una paz estable y duradera deberá adelantar esfuerzos importantes con el fin de atender los problemas que los colombianos han identificado como los más graves del país.